El pasado 5 de mayo aprovechando una tregua que nos dio nuestro bravo mar del norte, quedamos Juan, Javi y una servidor para hacer una nocturna dentro del muelle de Garachico. Monté el objetivo macro para aprovechar todos los bichitos que acostumbran a salir de noche y también, como no, para hacer primerísimos primeros planos de los peces despistados que uno se encuentra por la noche. Todo fue como lo planeado a excepción de que, justo en la punta del muelle nos topamos con un bichito que nos quitó las ganas de seguir avanzando. Se nos cruzó varias veces un chucho negro de dimensiones muy considerables que, no para de dar vueltas alrededor nuestro. Por supuesto con el objetivo que llevaba cualquier intento de fotografía habría sido en balde, así que me dediqué a «disfrutar el momento» que de vez en cuando los fotógrafos también tenemos derecho a descansar un poquito.