Como el mar anunciaba malo malo para el resto de la semana, aprovechamos para hacernos una sesión doble tranquilita en Radazul sin muchas pretensiones.

Cada vez me gusta más esta inmersión. Adrián se lució descubriendo nuevos antenarios en la zona, uno de ellos rojo intenso y el otro chiquitito aunque hermosísimo de color negro. Para completar la colección un par de caballitos, una mantelina (que no pudimos fotografiar), chupasanres y caracolillos verdes que hasta entonces no habíamos visto por la zona.

Al salir del agua un solito radiante y montones de bañistas en topless, el sueño de todo buceador…