Tal como rezaba la programación del campeonato, el pasado domingo 20 de mayo tocaba celebrar la prueba de ambiente en Montaña Amarilla. Como siempre, algunos de los participantes habíamos estado entrenando concienzudamente para intentar dar lo máximo posible.

Nada más llegar, algunos compañeros se quejaron de que el tiempo estaba movido y que como mareaban en barco querían cambiar la prueba de fecha, sitio o salir de tierra. Imposible cambiar la fecha pues el apretado programa de pruebas (5 clasificatorias para el campeonato de Canarias) impedía estar aplazando convocatorias. Las normas de la competición no permiten que los participantes entren al agua desde puntos diferentes por lo que o todos entrábamos desde tierra o de barco y en ese punto no nos poníamos de acuerdo. Tras un tiempo intentando tomar una decisión de si cambiábamos o no de zona, otra vez no nos pusimos de acuerdo, y al final dejamos la elección en manos del barquero.

Resultado: hicimos un rápido briefing a lápiz sobre un cacho de papel y todos al agua a competir en un sitio que la mitad no conocía y la otra mitad apenas recordaba haberla hecho hacía mucho tiempo. No sé decirles cómo se llamaba la inmersión pues el cabreo que tenía en ese momento era mayúsculo y no alcanzo a recordar su nombre.

Siempre es una pena que no se pueda respetar el programa propuesto con antelación por la Federación pero la madre naturaleza siempre manda. Por supuesto, se establecen zonas de reserva para cuando las condiciones de seguridad impiden celebrar una prueba en un sitio programado, pero este no era el caso, pues tras preguntar al  barquero si era o no seguro celebrar la prueba en Montaña Amarilla nos contestó que no era por falta de seguridad pues él lo veía seguro pero que el estado del mar haría que el barco se moviera mucho y además se preveía mucha polución en la zona (polución en fotografía submarina equivale a suspensión de partículas en el agua; algas, arena, etc… lo que reduce la visibilidad y hace que las fotos no queden limpias). Al final mi impresión es que el cambio de zona se debió más a cuestiones de comodidad y de estética que a motivos de seguridad.

Bueno, ustedes disculpen tan sólo me estoy desahogando. ¿Los Blogs sirven para eso no? Es que a este alemán (de alemania) no le gusta improvisar y si uno dedica mucho tiempo, esfuerzo y dinero en entrenar en un sitio es normal que le «cabree» que se cambie a última hora, máxime cuando uno no percibe razones de peso para ello.

Pero señores, no hay mal que por bien no venga!! En mi modesta opinión en esta prueba podrán destacar los fotógrafos que hayan sabido adaptarse a los imponderables. Un mar con mucha polución, una zona poco conocida, corriente, la luz que cambiaba cada dos por tres y 8 parejas en el agua disputándose un banco de roncadores (la mayor atracción del sitio según el briefing). Un improvisado cambio de zona de vez en cuando (ya está siendo costumbre en estas competiciones) tampoco viene tan mal para que no todo sea entrenamiento y metodología de ensayo y siempre es bueno que en ocasiones pueda destacar el talento del fotógrafo para saber adaptarse a un entorno en constante cambio como es el mar.

Desde aquí le deseo al resto de participantes que hayan podido conformar una buena colección y mucha suerte el próximo lunes!!!

Para los seguidores del foro les volvemos a publicar la foto de control y el momento de la descarga de fotos y las garimbas de después donde ya todos estábamos mucho más tranquilos.