Nocturna en La Restinga

Nocturna en La Restinga

Llevábamos tiempo con ganas de hacernos una nocturna y conociendo la fama que tienen las nocturnas del muelle de La Restinga, pues no hizo falta mucho, hicimos nuestras averiguaciones y Paco nos terminó de aclarar el itinerario a seguir. El itinerario no sirvió de nada. Al momento de bajar ya estábamos perdidos. Esto de meterse en medio de la más absoluta oscuridad con la poca experiencia que teníamos sólo podía resultar en una cosa: perdernos una y otra vez.

«Brasileña» o Caribeña desde el Pirulí

«Brasileña» o Caribeña desde el Pirulí

Tras haber hecho la inmersión del Pirulí y ya que estábamos lejos de la Restinga descansamos un poquito y Paco nos animó para que nos hiciéramos una caribeña (Brasileña a mí me gusta llamarlas) que se trata de echarse al agua y, a explorar… Paco se quedaría en la barca fumando y esperando la boya de descompresión que, por cierto, nunca llegamos a necesitar.

El Pirulí

El Pirulí

Hoy tocaría el Pirulí, que quedaba lejos de resultar una inmersión «chupada» como podía dejar entrever su nombre. Se trata de un peñón en medio de un arenal con base a veintipico metros en su cara oeste y más de sesenta en su lado contrario. Afortunadamente el banco que jureles que queríamos visitar se encontraba en una gruta con gran entrada vertical en su lado más llano.