Lugar: La Virgen, Los Silos
Fecha: 15/1/2011

Profundidad Máxima: 17,6m

Hora de entrada: 10:00
Duración: 78min
Temperatura: 21ºC

Compañeros: Adrián, Juan y Sacha

Se ve que nuestra Virgen va cogiendo fama pues en el agua hoy éramos casi más submarinistas que peje verdes. Que siga la racha que esta inmersión bien merece ser visitada regularmente por compañeros de la toda la isla, nunca me canso de hacerla.

Como de costumbre en estas fechas, el agua seguía un tanto turbia así que me tuve que abstener de practicar mis horrendos ambientes (con y sin modelo). Algún día empezaré a hacerlos más católicos y no les aburriré con tanto pez entero y «medio-macros».

Tras revisar que todo el equipo estaba OK, bajamos al agua por la rampa. Comento lo de la rampa pues recientemente le han puesto cemento por un lado y no resbala absolutamente nada. La entrada resulta mucho más cómoda por ahí que por el murito, sobretodo si la marea está baja. Bordeamos la plataforma por el arenal y pude pillar a algún jurel despistado. Buscamos a una picopato que rondaba por una de las cuevitas pero se ve que o le echaron el tambor o echó ella a volar antes de que apareciera el de la percusión. Al final de la plataforma fuimos directos para la cuevita del tamboril pero hoy no nos recibió, se ve que le habían avisado de la oleada de turistas que se le venía encima y cogió el día libre. En vez del tamboril sí vimos un grupito de burritos listados chiquitidos, y digo chiquititos pues los grandecitos corren como posesos huyendo de cualquier forma humana (por qué será, en esta zona no está permitida la pesca a fusil, ¡Qué raro!).

Ya en el tubo Juan me señaló una parejita de gallitos, uno de ellos tenía un piojito pegado que no vi hasta estar en casa, pero en la foto quedó simpático (aunque al gallito no creo que le haga mucha gracia, sobretodo por la zona en la que lo tenía, la verdad). Fuimos a presentarles nuestros respetos a la Virgen y al pie nos esperaba doña María Francisca que posó amablemente un ratito. Detrás en la cuevita una congregación de alfonsitos pero ninguna langosta; con la de langostas que se veían por ahí!!

Cogimos rumbo a los picachos, en el más alejado de todos, nos topamos con una morenita luchando a muerte contra un ermitaño. No me quedé para ver quién ganaba la batalla pues la sangre me marea y ya me esperaba Adrián subido a lo alto del picacho mostrándome sus artes para seducir a los peje verdes; ya sé por qué los llama calentones pues como demuestra la foto lo pillé recibiendo cariñosos besitos de uno de ellos (a tu mujer se lo digo, pillín!).

Ya marcando la media botella y justo antes de dar la vuelta, un pulpo salió a saludarnos con la mala suerte que, metido en faena sacando fotos, desenterré a aletazos a un angelote que dormía plácidamente. Afortunadamente no tenía mal despertar y huyó de su camastro con la elegancia natural que caracteriza a los escualos. Este novato fotosub no sacó ninguna foto así que cierren lo ojos e imagínenselo que con la cantidad de fotos que cuelgo cada semana no pasa nada por que falte alguna de vez en cuando.

De camino a la orilla pasamos por una cuevita que tenemos controlada, miré y «oh… que pena no está» así que seguí de largo. Clin, clin, clin, clin… el sonajero de Adrián me indicaba que, una vez más, yo había mirado con mi tercer ojo porque la catalufa piojosa que buscábamos sí estaba aunque un poquito más arriba. Menos mal compañero Adrián que, bajo el agua, el ojo no te falla nunca ,que si no este fotosub sólo sacaría chocos y peje verdes.

Ya de vuelta nos tomamos con un grupo de mucha mucha gente: Chary contó como 20 viciosos del nitrógeno entrando en el agua rumbo a La Virgen durante esa hora y poco que estuvimos sumergidos.

Bravo por nuestra Virgen, en un año seguro que batimos el récord de peregrinaje de la de Lourdes.