Despidiéndonos de El Bajón

Despidiéndonos de El Bajón

Ya el último día nos metimos en el agua con la tristeza de que sería nuestro último bajón de las vacaciones. En esta ocasión, el Bajón se nos presentaría con su famosa corriente de mil pares de «cojo….». No pasa nada, una vez llegamos a roca firme la inmersión discurrió sin incidentes, tan sólo un mar de vida con medregales, muriones, meros, morenas negras, sargos breados, pejeperros… vamos, lo de costumbre en la que está entre las mejores inmersiones de España.

El Arco de coral

El Arco de coral

Una inmersión profunda en la que uno va más pendiente del ordenador que de la cámara. No obstante pude tomar algunas fotitos sobretodo de un pedazo de mero que nos esperaba bajo el arco junto a unas ramas de coral.

Pillándole el puntito al Bajón

Pillándole el puntito al Bajón

Ya le estábamos cogiendo el truquito a las inmersiones del Hierro y el Bajón era con ventaja nuestra favorita, así que tras salir de La Herradura nos fuimos «pal Bajón» directos que, por cierto, esta ahí mismito…

La Herradura

La Herradura

Una inmersión muy bella por su abundante vida y variedad de especies. Nada más baja una morena negra nos esperaba al final del cabo. Por fin vimos un ejemplar del famoso Abade capitán al que perseguí sin tregua hasta poder capturarlo en mi compacta

Faro de Orchilla

Faro de Orchilla

Lo más hermoso de esta inmersión resultó estar fuera del agua. Toda la zona del Faro y la absoluta calma que se respira en ella.

Caribeña desde el Barco Chino

Caribeña desde el Barco Chino

Tras un corto descanso en el barco después de nuestra inmersión en el Barco Chino nos tocaba explorar por nuestra cuenta. Paco nos seguiría desde arriba.

Nocturna en La Restinga

Nocturna en La Restinga

Llevábamos tiempo con ganas de hacernos una nocturna y conociendo la fama que tienen las nocturnas del muelle de La Restinga, pues no hizo falta mucho, hicimos nuestras averiguaciones y Paco nos terminó de aclarar el itinerario a seguir. El itinerario no sirvió de nada. Al momento de bajar ya estábamos perdidos. Esto de meterse en medio de la más absoluta oscuridad con la poca experiencia que teníamos sólo podía resultar en una cosa: perdernos una y otra vez.

«Brasileña» o Caribeña desde el Pirulí

«Brasileña» o Caribeña desde el Pirulí

Tras haber hecho la inmersión del Pirulí y ya que estábamos lejos de la Restinga descansamos un poquito y Paco nos animó para que nos hiciéramos una caribeña (Brasileña a mí me gusta llamarlas) que se trata de echarse al agua y, a explorar… Paco se quedaría en la barca fumando y esperando la boya de descompresión que, por cierto, nunca llegamos a necesitar.

El Pirulí

El Pirulí

Hoy tocaría el Pirulí, que quedaba lejos de resultar una inmersión «chupada» como podía dejar entrever su nombre. Se trata de un peñón en medio de un arenal con base a veintipico metros en su cara oeste y más de sesenta en su lado contrario. Afortunadamente el banco que jureles que queríamos visitar se encontraba en una gruta con gran entrada vertical en su lado más llano.