El sábado pasado tocaba entrenar en San Marcos pero el horrible estado de la mar en el norte nos obligó ha hacer un cambio de planes. Juan y un servidor decidimos probar suerte en Radazul, pero a medida que bajábamos por la conexión autopista norte-sur empezamos a calentarnos viendo el buen estado del mar en la zona sur así que pasamos de largo El Rosario y nos dirigimos a La Caleta, a Playa Chica, más concretamente.

Me costó muchísimo lograr baja los primero 8 metros pues estaba inmerso en un catarro de espanto, pero en cuanto logré estabilizar los oídos todo empezó a ir bien. Playachica siempre rebosante de vida nos brindó todos sus encantos con la grandísima sopresa de poder toparnos con un simpático cangrejo arlequín paseando (nada común) por el veril. En cuanto Juan me lo marcó el corazón me dio un vuelco. Nunca había visto esta especie antes y ya tenía muchísimas pero que muchísimas ganas. MUCHAS GRACIAS MAESTRO!!!!