Queríamos hacerle una visita a los espirógrafos de Radazul así que elegimos ir de noche cuando la zona está más tranquilita y hay más posibilidades de encontramos abiertos. Ecco! pudimos ver un ramillete talludito de tres abiertos. Justo al lado descubrimos nuestro primer lenguado y ya de regreso a las escaleras, Adrián nos sorprendió con otro de sus micro bichos raros, un cangrejo «lenteja». Haciendo la deco pudimos entretenernos con los camarones narvales y con las agujas que siempre abundan en las nocturnas.