Moisés y Pepe nos invitaron a pasar una tarde de buceo en su barco. Al salir del muelle de Garachico nos encontramos a una familia con el motor averiado lo que nos obligó a dar media vuelta y remolcarles hasta la rampa. Ya resulta la asistencia, pusimos rumbo a la baja de la hormiga, a escasos 45 segundos en barco del muelle. Un amigo hizo de barquero así que ni fondear ni nada, al agua y ya nos recogerían según saliéramos; todo un lujo!!!

Vimos varios meros, abades, chuchos, ratones, banquitos de bogas e incluso un medregal de considerable tamaño que nos rondó un par de vueltas. Hay varias bajas todas con pequeñas oquedades dónde buscar vida. Una inmersión cercana y sencilla a la que si se le pudieran dedicar una par de «machacadas de erizos» seguro que podría mejorar considerablemente.