Es bien conocido que en las inmediaciones del muellito viejo de Garachico hay una serie de anclas hundidas de cuando el pescante de Garachico funcionaba y congregaba muchos navíos que, de vez en cuando tenía que zarpar dejándose un recuerdito en el fondo marino. Es una inmersión muy bonita pues en un recorrido de unos 200m (eso sí a veinte y pico metros de profundidad) puedes ver como una docena de ellas.

El jueves pasado el mar y el sol eran ideales y Juan y un servidor aprovechamos para dar una vueltita. Al entretenernos para hacer fotos, no pudimos verlas todas, pero quizá en una segunda inmersión otro día completemos el recorrido.

Muchas gracias Juan por guiarme por este hermoso sendero de repleto de historia.