Domingo de carnaval y en vez de estar de amanecida, pues nosotros al agua!!! Una inmersión un tanto siniestra, no por ocurriera algún incidente, gracias a Dios, sino por los bichos que vimos. Nada más empezar Adrián localizó el mayor ejemplar de «bicho palo» que hemos podido fotografiar hasta el momento. Medía como 1cm así que aprovechamos para hacerla algunos primero planos. Más adelante nos topamos con un choco fantasmagórico. El pobrecillo había pasado a «peor» vida y flotaba en el fondo apoyado sobre dos de sus tentáculos. A partir de ahí, hasta las bogas me parecieron siniestras…