Hoy, en la segunda de las inmersiones en Las Eras, de repente me apareció Adrián sacando a pasear una morena. Tenía cogido un trozo de no más de 75cm de nylon con una morena negra bastante parejita enganchada del final. Dicen que las morenas clavadas son de lo más agresivas pero se ve que nuestra pobre compañera llevaba ya rato largo batallando contra el anzuelo que tenía trabajo en la garganta y no le quedaban ya muchas fuerzas.

Adrián me pidió mi mini-cuchillo y echándole «un par» procedió a quitarle el anzuelo de la garganta. La morenita quedó muy agradecida y lentamente se refugió en unas piedras cercanas. Todo un placer haberle podido echar una mano, señorita…