No, no se trata del avistamiento de ningún tiburón ballena, pero para este humilde fotosub, poder fotografiar a una mantelina de las dimensiones de la que nos topamos nada más deshinchar el chaleco en el Porís ya es cosa bien novedosa. No acostumbro a llevar el angular montado en la carcasa pero ya era hora de que fuera practicando un poco, y El Porís nos brindó muchas ocasiones de darle buen uso, por supuesto, desaprovecharía la gran mayoría: una gran mantelina, 4 meros, un rubio, un banco de juleres de los que se ve en El Hierro, una bicuda bien gordita acompañando al banco de jureles y para terminar temenda medusa.