Hacía ya muchísimo tiempo que no nos metíamos en Garachico, así que hoy madrugamos (en el caso de Adrián más bien fue trasnoche) y a las 8 ya estábamos a pie de muelle listos para enfundarnos los trajes. El agua fría como toca en esta época del año y Adrián después de más de hora y media en el agua salió «azul». Nos quedamos con la impresión de ver poca vida pero ahora, revisando el material fotográfico, creo que fue una impresión injusta pues aquí veo un montón de bichos!